Las tres derrotas en cuatro juegos hicieron que en La Ciudadela frenaran la pelota, analizaran el panorama y decidieran replantearse muchas cosas de cara al futuro inmediato en el torneo.
Las 15 horas de viaje en el regreso de Junín que compartieron dirigentes, cuerpo técnico y jugadores permitió que, una vez que el dolor por una nueva caída se aplacó, los protagonistas puedan compartir opiniones y buscar soluciones de cara un campeonato en el que no hay mucho tiempo para perder en lamentos.
Desde su llegada, Favio Orsi y Sergio Gómez supieron hacer un trabajo casi impecable. Armaron un buen plantel que caminó a las anchas por el torneo que se extinguió e intentó transmitir la misma idea en el nuevo campeonato.
Sin embargo, el cambio de nombres y la pérdida de algunos valores importantes, hicieron que el equipo hasta acá no pueda encontrarse a sí mismo. “Hay que trabajar arduamente, pensando en que material hay y ganas sobran”, fue el pensamiento con el que los protagonistas se bajaron del ómnibus que los trajo de regreso de la excursión a la casa de Sarmiento.
Los jugadores descansaron el domingo y ayer retomaron las prácticas con la energía renovada. Los entrenadores tienen la idea de dar pelea hasta el final y no piensan bajar la guardia por un par de malos resultados. “Decidimos acompañar la lucha de San Martín y ahora daremos batalla contra lo que venga”, explicaron los entrenadores que ya analizan los pasos a seguir.
Si bien el primer ascenso quedó un poco lejos, consideran que ahora lo principal es reacomodar las fuerzas, recuperar a jugadores claves que no pasan por un buen momento, encontrar la plenitud física y futbolística y buscar el sueño a través del camino más extenso.
El equipo comenzó el torneo con la preparación justa, casi sin partidos amistosos sobre el lomo. Y como si eso no fueran suficientes problemas, en las primeras cuatro fechas la dupla no pudo repetir el equipo. Ya sea por lesiones, suspensiones o simplemente por bajos rendimientos, siempre necesitó meter mano.
Además, ese 4-3-3 que mutaba en un 4-1-4-1, que había sido una sinfonía durante la primera parte del campeonato, esta vez no se funcionó. El equipo arrancó con ese sistema, pero también pasó por el 4-4-2, el 4-3-2-1 y hasta el 5-3-2. Muchos cambios en poco tiempo, cero solución.
Durante la charla entre los DT y la mesa chica de la CD, decidieron que buscarán reinventar al nuevo equipo. En esta semana, con casi todo el plantel a su disposición por primera vez en bastante tiempo, harán borrón y cuenta nueva. Es probable que de cara al futuro inmediato haya cambio de nombres y de esquema. Todo sea por recuperar la confianza que les permita volver a sumar de a tres y sobre todo, seguir soñando con que el gran objetivo es posible.
A disposición
Joaquín Varela y Juan Orellana cumplieron la sanción disciplinaria y podrían volver a la titularidad. El regreso de los centrales es una buena noticia para la dupla en un sector en la que el equipo mostró una llamativa debilidad durante las primeras cuatro fechas del torneo.
Mucho diálogo
El plantel “santo” retornó ayer a los entrenamientos y los entrenadores charlaron largo y tendido con el plantel. Reconocer los errores y tratar de superarlos es el gran objetivo grupal de cara al duelo del domingo a las 21.30, contra Villa Dálmine en La Ciudadela.